Tras la denuncia por violencia de género contra dos hombres que radicó una enfermera el sábado 7 de marzo en Santa Elena, la paciente que había asistido al hospital local para ser atendida junto a su pareja y su padre, brindó su versión de los hechos ante la consulta de La Sexta.
Melisa Carolina Celis, quien pidió ser nombrada en esta nota, negó que los hombres que la acompañaron hubieran golpeado a la denunciante, apostó a lo que puedan haber registrado las cámaras del nosocomio, dijo haberse sentido "discriminada" y aseguró que "es mentira" que le dijeron "que le querían meter un palo en la cola" como reza la denuncia policial.
EL RELATO DE LA JOVEN
"Lo que pasó es que tengo un problema de nacimiento, de riñón, que me ataca seguido; empecé el día miércoles con mucha fiebre, fui el enfermero Luis Rebechi que me entendió de maravillas, luego el doctor Kees me internó sin problemas; el día jueves me dieron de alta. El día sábado fui a las tres de la tarde porque seguía igual y la enfermera me dijo que porqué no había ido más temprano, ya que el doctor que se encontraba de guardia estaba por almorzar, bañarse y dormir.
Me dijo, 'fiebre no tenés' cuando yo sí tenía fiebre, no iba a ir con el sol a esa hora si no hubiera sido así. Salí, lo encontré a mí papá y le preguntó quién está de guardia, ella le dijo el nombre del médico y que él no me iba a atender. Papá, entonces, le dijo 'lo buscás vos al médico o lo busco yo, pero mi hija así no se va'.
Ella insistió que no iba a atender. Papá quiso buscar el médico, la enfermera gritó, aparecieron más enfermeros y el médico, que nos dijo que no iba a atender. Papá se enojó, como padre lo entiendo porque yo estaba mal y a mí la enfermedad me trata mal, y me sentí discriminada, más en el estado en el que estaba, pero nadie le pegó a nadie, hay cámaras, y para hablar hay que presenciar los hechos.
Hablamos con el director, quien nos dijo que nos quedemos tranquilos y que las puertas del hospital público están abiertas para toda mi familia.
A todo esto, yo sigo dolorida un poco todavía pero sin fiebre, por suerte, ya que he llegado a tener 39 grados de fiebre y una vez mi papá me llevó convulsionando. Es una enfermedad congénita de riñón, tengo reflujo grado dos y tres y mi hermana tiene el mismo problema.
Este mismo médico que no quiso atenderme también discriminó a mi mamá cuando empezó con su enfermedad, con cáncer, es por eso que papá se enojó tanto.
La enfermera los denunció a mi papá y a mi marido pero miente que le pegaron y que le querían meter un palo en la cola; es mentira, para eso hay cámaras. Yo solo quería que me medicaran y me internaran, pero la enfermera tampoco me quería atender, porque si el médico no venía, era como 'al cuete', si me dijo que porqué no fui más temprano.
Eran las 3 de la tarde, no sabía que había que tener horarios para enfermarse", concluyó la joven.