La fiscalía y la querella solicitaron 10 años de prisión para el cura José Miguel Padilla, juzgado por abuso sexual agravado denunciado por el exseminarista Vicente Suárez Wollert, oriundo de Santa Elena. La sentencia del juicio, que se realizó en la localidad de General Pico, provincia de La Pampa, se conocerá en 10 días.
El sacerdote José Miguel Padilla fue fundador y líder de la congregación de la Fraternidad de Belén, en La Pampa, párroco de la localidad Intendente Alvear y representante legal del Instituto Nuestra Señora del Lujan. Tras la denuncia en su contra, se alejó de esta última institución y se afincó en la provincia de San Luis.
La trayectoria de Padilla también se remonta a tiempos de la dictadura militar. Y es que fue capellán del Grupo de Artillería de Defensa Aérea 141 del Ejército de San Luis entre 1980 y 1983. Más tarde, durante la democracia alfonsinista, adhirió al levantamiento carapintada de 1987.
Vicente denunció al cura en 2019.
El cura fue denunciado en 2019 por Vicente Suárez Wollert, joven oriundo de Santa Elena, quien estuvo en la congregación de Padilla en 2015, cuando tenía 19 años. Relató en la Justicia que llegó desde la ciudad del departamento La Paz a la localidad pampeana de Intendente Alvear y se incorporó como seminarista en el convento de Padilla.
"En octubre de 2019 publiqué una serie de tuits donde fui contando lo que sucedió en el convento. La historia fue levantada por varios medios y, después de dialogar con mi familia y mi terapeuta, tomé la decisión de radicar la denuncia en la Fiscalía de General Pico. Así, la causa comenzó a tramitarse en noviembre de 2019 y en mayo de este año arranca el juicio. No digo que quiero una condena ejemplar, como por ahí se dice en este tipo de causas, sino que quiero una condena justa", contó el joven de 28 años, quien agregó: "Los hechos ocurrieron en la Fraternidad de Belén, una congregación de Capuchinos Recoletos que fundó el cura Padilla en 1995, el mismo año en que nací. Cuando fui al convento tenía 19 años y denuncié los hechos a los 24".
El caso tuvo demoras en la justicia pampeana, situación que fue cuestionada por el joven y la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos de Argentina. Suárez Wollert, detalló: "A la semana de radicar la denuncia comienzan algunas diligencias judiciales y el sacerdote negó los hechos. Después la causa entró en un letargo: 2020 y 2021 no hubo novedades de relevancia. Se tomaron algunas declaraciones y a mi me hicieron la pericia psicológica. Además de la pandemia, todo se demoró porque pidieron un test específico que obligó a que el personal de la Justicia se tenga que capacitar al respecto".
Suárez Wollert reiteró que alertó en 2016 a las autoridades de la curia de La Pampa, pero que nada hicieron al respecto. "Les había mandado mails alertándolos de lo que hacía Padilla. El Obispo me contesta uno de los mail, invitándome a acercarme a La Pampa. Ahí le mando capturas y documental que acreditaba lo que estaba diciendo. Luego, cuando declara en la Justicia en 2019, el Obispo niega haberse comunicado conmigo", contó días atrás a diario .